Uno de los actos culminante de la visita del papa a Cuba, sin lugar a dudas lo fue la visita que el Papa Benedicto XVI hizo al ex presidente de Cuba, Fidel Castro, quien encabezó la revolución de 1959, que convirtió a Cuba en un país oficialmente ateo, hasta 1992. El Papa Benedicto XVI hizo una visita de cortesía de 30 minutos al ex presidente cubano, Fidel Castro.
Además de que unas 300.000 personas asistieran a una misa que celebrara en la Plaza de la Revolución de La Habana, en la que el pontífice exhortó a los cubanos a buscar lo que llamó “una libertad auténtica”.
En esa misa y en la que el sumo pontífice hablara en español, pidió al gobierno comunista privilegios como: otorgar a la Iglesia Católica de Cuba más derechos y libertad para la educación religiosa en las escuelas.
Afirman que Fidel Castro en los últimos tiempos se habría acercado a la religión Católica, Fidel fue excomulgado por Juan XXIII el 3 de enero de 1962, en una sanción que entonces se les aplicaba “automáticamente” a los que profesaban el comunismo. Pero es bien sabido que el líder cubano fue educado por los jesuitas, de quienes heredó un gran sentido de religiosidad. “Fidel es hijo de gallegos, su madre era muy devota y tuvo una relación muy especial con un padre jesuita, Armando Llorente, que murió hace dos años en el exilio, en Miami.
Bajo el lema de “Peregrino de la Caridad”, Benedicto XVI llegó el lunes 26 de marzo procedente de México al aeropuerto internacional Antonio Maceo, donde fue recibido por el presidente Raúl Castro. El Sumo Pontífice comenzó la misa desde un altar que reproduce una mitra papal. La imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona católica de Cuba, estuvo presente en la celebración.
En un resumen de la primera jornada del Obispo de Roma en esta ciudad, ubicada 900 kilómetros al este de La Habana, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró a periodistas en la sala de prensa que el Papa quedó gratamente sorprendido por la acogida.
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