ganó hoy el Premio Nobel de la Paz 2013, por sus “amplios esfuerzos para
eliminar” estos arsenales, informó el Comité Nobel de Noruega, y como impulso a
su papel en el conflicto de Siria.
“Los sucesos recientes en Siria, donde
han vuelto a ser usadas armas químicas ha puesto de nuevo de manifiesto la
necesidad de incrementar los esfuerzos para eliminarlas”, explicó Thorbjørn
Jagland, secretario del Comité Nobel.
En el fallo se recuerda que todavía
hay países que no han firmado la Convención contra las Armas Químicas y que
otros, como EE. UU. y Rusia, no han cumplido los plazos para eliminar sus
arsenales.
Con sede en La Haya, la OPAQ es la entidad encargada de
aplicar la Convención contra las Armas Químicas que entró en vigor en 1997 y que
ha sido suscrita por 189 Estados decididos a conseguir un mundo libre de este
tipo de arsenales.
La decisión a favor de la OPAQ sorprendió a los
medios, ya que en la recta final hacia el anuncio del galardón se había
perfilado como clara favorita la joven paquistaní Malala Yusufzai, la
adolescente de 16 años tiroteada el año pasado por los talibanes por defender la
educación femenina en su país. (DL)
+ There are no comments
Add yours