Miami.- Si un policía de Miami-Dade enciende una cámara instalada en alguna parte de su uniforme, ¿quién decide cuándo debe apagarla?
Se trata de una pregunta crucial que se hacen los funcionarios locales a medida que el Condado Miami-Dade se acerca más a una verdadera ola nacional de agencias policiales que buscan utilizar de forma obligatoria las cámaras de vigilancia en miniatura. Con la opinión pública de lleno a favor de las cámaras y los políticos también respaldándolas, el debate principal consiste en establecer las reglas para saber exactamente cuándo debería comenzar la grabación y cuándo debería terminar.
“Quiero asegurar que protegemos la privacidad de las personas cuando no hay por el medio ningún delito”, dijo Carlos Giménez, alcalde de Miami-Dade. Giménez tiene planeado llevar a cabo una campaña de cabildeo para modificar las estrictas leyes de la Florida para eximir alguna parte de la grabación, o de lo contrario adoptar reglas que le exijan a los agentes buscar permiso para filmar cuando no se enfrentan con un sospechoso.
“Queremos cerciorarnos de que grabamos cuando es necesario hacerlo”, dijo Giménez, quien propuso traer las cámaras a Miami-Dade meses antes del incidente ocurrido el 9 de agosto en que un policía le dio muerte a un adolescente en Ferguson, Missouri, lo que convirtió los aparatos en una causa nacional. “Pero tampoco queremos excedernos”.
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