Por Michele Laird
La parte trasera del nuevo Museo de Bellas Artes de
Lausana da a las vías del tren. (Matthieu Gafsou)
La inauguración, este sábado, de un gran
museo de arte en Lausana es el primer paso de un amplio proyecto que replantea
el papel del arte en un mundo en continua transformación. Sus impulsores
esperan que su ubicación (cerca de uno de los centros turísticos más concurridos
del país) lo ponga en el trayecto de personas de camino a otro lugar y que
quizás nunca hayan pisado un museo.
El 5 de octubre de 2019, casi 30 años después
de la propuesta oficial del proyecto, el Museo Cantonal de Bellas Artes (MCB-A)
abre al público en su nueva ubicación. Anteriormente estaba alojado en el
apretado Palacio Rumine: un espacio que compartía con los museos de arqueología
e historia, moneda, geología y zoología. En 1991, la decisión de trasladarlo a
un edificio independiente –una idea ya propuesta en 1924– fue recibida con una
fuerte oposición. Y, en 2008, en un referéndum popular, se descartan los planes
para un diseño espectacular a orillas del lago.
Pero el cantón de Vaud no se rinde y pone
sobre la mesa otras once posibles ubicaciones. Inmediatamente destaca una.
Junto a la estación de tren de Lausana, la cuarta ciudad más grande de Suiza,
hay disponible un pabellón de locomotoras en desuso. Sus 25 000 metros
cuadrados también pueden albergar los museos de fotografía y diseño, alojados
ambos en edificios históricos pero poco prácticos.  
El nuevo proyecto es revolucionario: en vez
de llevar a la gente a los museos, los museos van a la gente. Y en lugar de
hacer una isla cultural aislada, se remodela toda una zona en torno a la
estación de tren de Lausana para que sirva como zona de tránsito para el cada
vez mayor número de pasajeros de tren. Con el museo de bellas artes a la
cabeza, nace el concepto de “plataforma cultural”.
Los socios fundadores del estudio
Barozzi/Veiga son el italiano Fabrizio Barozzi (1976 Rovereto) y el español
Alberto Veiga (1978 Santiago de Compostela).
Barozzi estudió Arquitectura en Venecia,
Sevilla y París; Veiga, en la Escuela Técnica Superior de Navarra. Sus obras
han recibido numerosos premios, entre ellos el Mies van der Rohe (2015), uno de
los más prestigiosos del mundo.
El MCB-A de Lausana es su tercer proyecto en
Suiza, después de la Tanzhaus Zúrich (Casa de la Danza de Zúrich) y el Museo de
Arte de los Grisones, en Coira. Entrevista 2016: “Trabajar en Suiza es muy
gratificante”.
 ‘Vale la pena esperar’
A sabiendas del peligro de otra derrota
popular, las autoridades se embarcan en una campaña para ganarse al público.
Así, para fomentar una mayor participación de la población local trabajan en
estrecha colaboración con el director del MCB-A, Bernard Fibicher. Organizan
numerosas visitas para el público y una exposición emblemática, Balthus,
inacabado por Robert Wilson, en el sótano inacabado del edificio, un año antes
de la inauguración oficial.

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