Juan María Ramírez
HOY
Miles de
casitas ocupan márgenes de los ríos Ozama e Isabela en el gran Santo Domingo.
Guillermo Burgos
Moradores en
sectores cercanos a los ríos Ozama e Isabela no quieren que el Gobierno repita
lo del Nuevo Santo Domingo Savio (NDS) de reubicar personas sin garantizar un
destino más digno. Reaccionan a la emisión del decreto 531-25, que declara de
alta prioridad la intervención y recuperación de los ríos Ozama e Isabela.
Esperan que la reubicación anunciada implique llevar familias a lugares dignos.
En tanto,
Ciudad Alternativa alerta que debe ser garantizado el derecho de familias con
más de 60 años en los barrios a ser impactados. Ricardo González, su director
ejecutivo, trae a colación la práctica de la Unidad para la Readecuación de
Barrios y Entornos (URBE) de sacar familias de los barrios La Ciénaga y Los
Guandules y entregar dinero sin viviendas en lugares seguros.
Considera que,
debido a políticas erradas de desocupación, gran parte de las familias a ser
removidas en lo adelante de los más de 10 sectores de las márgenes serían de
las mismas sacadas de La Ciénaga y Los Guandules para dar paso al NDS.
El decreto
designa a la URBE y al Ministerio de Medio Ambiente responsables de la
ejecución y supervisión del proyecto, en el ámbito metropolitano del Gran Santo
Domingo.
Tiene con
propósito de lograr la regeneración física, urbana y ambiental de los terrenos
ubicados en las riberas actualmente ocupados por asentamientos humanos.
Precisa que
tienen documentado que la mayoría de las familias que salieron del NDS
terminaron en orillas de cañadas, zonas pantanosas cerca del río, pero los que
lograron construir algún tipo de vivienda entran en la lista del déficit
habitacional.
“El crecimiento
que ha tenido la zona de Las Lilas, en Los Tres Brazos, los humedales del
Ozama, la parte baja de Gualey y Las Cañitas, provienen de Domingo Savio, de
donde fueron sacados, porque no tuvieron otras alternativas con los limitados
recursos que recibieron”, apunta González.
Señala que no
es que a la gente guste vivir a orilla de los ríos, sino porque es en eso
lugares donde tienen acceso, porque con los recursos que les entregan no puede
comprar en lugares dignos. “Entonces, esa práctica, el Estado dominicano debe
erradicarla, porque no podemos trasladar el déficit habitacional a otras zonas
vulnerables, porque lo que se precisa es disminuir el déficit habitacional”,
subraya.
Sugiere al
Gobierno poner en práctica el Plan Decenal de Viviendas que fue trabajado por
toda la sociedad, el Estado y todos los sectores que intervienen en proyectos
habitacionales, de donde salió un diagnóstico sobre lo que hay que hacer.
Otro decreto
En 2014 se
emitió el decreto 260-14, que buscaba el mismo propósito que el 531-25, pero
concentrado en las cuencas baja, media y alta de los ríos Ozama e Isabela, que
provocó articular a todos los cabildos que se conformaron en una gran
Mancomunidad del gran SD, instituciones del gobierno y entidades sociales,
empresariales y ambientales.
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