Morel Diplán habló de que los enfermos
son signo de esperanza, aunque para muchos sean gastos. A la vez cuestionó la
forma de ver al otro por lo que produce y no por lo que vale.

Yoely González

Santo Domingo, LD   El arzobispo coadjutor de Santo Domingo,
Carlos Morel Diplán, arremetió contra los que se hacen ricos a costa de la
salud de los pobres.

“Qué pena usar a los enfermos
para hacerse más ricos”, dijo Morel Diplán, refiriéndose al caso del
Seguro Nacional de Salud (Senasa), en el que se investiga un presunto desfalco
de unos 15 mil millones de pesos.

Sin embargo, expresó lo importante que
fue la esperanza ante el conjunto de hechos que en este año múltiples veces
atentaron en contra de ella.

“Tenemos la esperanza de
que haya un buen sistema de salud”, recalcó.

Durante la homilía de la eucaristía
por el cierre del Año Jubilar, habló de que los enfermos son signo de esperanza,
aunque para muchos sean gastos. A la vez cuestionó la forma de ver al otro por
lo que produce y no por lo que vale.

Además, hizo un llamado a que los
hombres y mujeres sientan la esperanza en los corazones así cómo Jesús.
“Cristo no pasó indiferente por el lado de un enfermo”.

Las circunstancias nacionales e
internacionales, como el impacto de las guerras en Ucrania y Palestina, son un
ejemplo de lo complicado que es hoy por hoy mantener la esperanza ante el
panorama actual.

El obispo Morel recordó que el papa
Francisco decía que “debemos ser peregrinos con esperanzas”.

También dijo que la familia es un
signo de esperanza y que sin familia no hay desarrollo ni progreso, eso no se
encuentra en un partido político. “Una familia forma, educa y prepara…”
“Por eso los acontecimientos deben ser festejados con jubileo, porque la
esperanza está en una buena familia”.

UN MESAJE PARA SER SIGNO DE
ESPERANZA

El arzobispo coadjutor exhortó a todos
a trabajar para tener una sociedad que viva en paz, para que el mundo esté
rodeado de personas que sean signos de paz y esperanza.

Dedicó un momento para hablar de los
jóvenes, los que deben ser foco de esperanza y no se les permite, como a la
joven Perla Yokasta Santos, a quien le quitaron la vida en Los Guandules.

Invitó a los adultos a dar un buen
ejemplo, porque en muchos casos los malos no son los jóvenes, son los que deben
guiarlos por el buen camino. Colaboran a la falta de oportunidades de estudio o
los que no dan trabajo a menos que sea con recomendación de alguien, los que no
permiten que en los jóvenes reine la esperanza.

“Una sociedad que pierde la esperanza
es una sociedad muerta”, concluyó.

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