Reflexiones:

Por Mercedes I. Jiménez

La verdad es, que cuando pasamos por situaciones o dificultades, se nos presentan en los momentos mas deprimentes, donde estamos acorralados llenos de aflicciones y desesperación, cuando estamos abatidos por un cumulo de emociones totalmente negativas.
Son emociones o sentimientos que se crean en nuestro cerebro, produciendo una serie de estados que deterioran toda la fortaleza del ser humano.
Ellas dejan aflorar ansiedad, timidez, temor, la ira, frustración, complejos de culpas, autocompasión y en consecuencia la depresión.
Todos estos estados afectan de manera adversa nuestros planes de vida. Pero no todo es negativo, no, también esto nos pone a prueba y son muchos los que han aprendido a controlar
dichas emociones con el propósito de seguir adelante, activo en su vida cotidiana, sin ser afectados por estas adversidades tan deprimentes.
La depresión en si, es la un sentimiento de valor personal que te arrastra una situación patológica compleja. Los sicólogos la consideran como un trastorno mental, caracterizado por la disminución de afectos, o por una circunstancia presente o el apego de algo pasado.
Por mucho tiempo la depresión fue considerada como el fenómeno puramente mental, sin causas orgánicas. Esto nos deja ver las razones que conlleva un análisis lógico, y es que cuando nos invade una de esas depresiones despreciamos la vida, además no percatamos ningún tipo de afectos.
Hay que saber superar esos momentos de depresión, haciendo acopio de mucho valor, amor y paciencia y sobre todo “Buscar a Dios”, a cada instante.
El salmista expresa lo siguiente: “Bueno es para mi el que me haya afligido, a fin de aprender tus disposiciones reglamentarias” Salmo 119-71.
Conocemos de personas que han tenido lujos, comodidades, estabilidad económica y a pesar de todo esto han manifestado un vacio en su vida espiritual lo que se refleja en la inconformidad y la falta de amor. Por no tener consigo amor y temor a Dios, han llegado a creerse inmune a la claridad.
Llegan pues a una situación de depresión y locura con miras al suicidio. Cuando experimentamos esas emociones negativas es cundo mas necesitamos a Dios, y de su bondad. Es necesario que esas situaciones negativas la reemplacemos con una salida constructiva, llena de esperanzas y fe en Dios y nos veremos liberados de toda depresión.

Leave a Reply

Your email address will not be published.