Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
La última vez que 
el poeta Víctor Villegas (septiembre 1924- abril  2011) se quejaría  de su dolor por la imposibilidad  de recordar 
y localizar el poema que 
escribiera en el vientre de su madre, ¡antes de su nacimiento!, ocurrió
en septiembre de 2004. Nadie sabe cuántas veces 
había expresado esa quejumbre.
Ese día, tomando 
café en la calle El Conde, le cambié el discurso cuando le dije, a modo
de revelación: “Ya se sabe cuál fue el poema que usted compuso desde el vientre
de su madre”.  Quedó azorado y atento.
“Yo lo recuperé –le dije- usted se lo dedicó a Gregorio Urbano Gilbert, por su
hazaña  en el muelle de San Pedro de
Macorís”.
En 1916,  cuando se
aproximaba al puerto macorisano un buque 
de guerra estadounidense,  como
parte de la afrentosa ocupación militar, 
Gilbert se presentó allí, solo, armado de un simple revólver que
descargó sobre los invasores.  Ajustició
a un capitán que comandaba las tropas. Sobrevivió porque se echó a correr.
Luego fue a parar a Nicaragua  donde se unió a  la guerrilla del augusto general Sandino, que
luchaba  para derrocar la  dictadura 
de los Somoza, previo enfrentamiento a otra invasión gringa a esa nación
centroamericana. En 1965, se produjo  
nuevo atropello a la soberanía nacional por parte de los gringos. Y
ahí  estuvo Gilbert combatiendo.
 La  pasada semana, la Cámara de Diputados aprobó
en primera lectura un  proyecto de ley
que  procura exaltar a Gregorio Urbano
Gilbert a la condición de héroe nacional y consagra el 10 de enero  de cada año como “Día de Gregorio Urbano
Gilbert”.  Antes que considerarlo tardío
el homenaje, hay que saludar esta iniciativa, por justa y atinada.
Sometieron la pieza 
los congresistas  Fidel Santana,
Miriam Cabral, Fidelio Despradel y Radhamés Camacho, presidente de la Cámara de
Diputados.  Ahora hay que velar para que
el proyecto no sucumba bajo un alud de intereses  grupales y particulares que  circundan 
el Congreso Nacional.
Gilbert nació en Puerto Plata, el 25 de mayo de 1898.
Villegas nació en San Pedro de Macorís cuando terminaba la  primera ocupación gringa. El poema aparece en
mi novela “Memorias de Enárboles Cuentes”, que es la biografía mítica de Víctor
Villegas. Helo aquí:
Encomia mi poesía a Gregorio Gilbert/ y se regocija mi
espíritu todo/ en este compueblano mío/ porque puso sagrado plomo /en el pecho
del intruso / y con sangre de invasor / vengó la afrenta a la soberanía herida.
/  En su proeza se solaza el pueblo/ y su
nombre repercute por generaciones/ porque humilló a los engreídos / respondió
la agresión de los bárbaros.

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