Por Análisis De
Chris Cillizza
(CNN) — El primer
debate de las elecciones generales entre el presidente Donald Trump y el
exvicepresidente Joe Biden ha terminado (afortunadamente).
Éxitos
[Este espacio se ha
dejado en blanco intencionalmente. Este fue un debate absolutamente terrible
que no hizo absolutamente nada para educar al público sobre los dos candidatos
y lo que harían si se les dieran cuatro años para servir como presidente de Estados
Unidos. Fue, sin lugar a dudas, el peor debate que he cubierto en mis dos
décadas en este trabajo. El hecho de que haya sucedido incluso cuando más de
200.000 estadounidenses han muerto a causa del covid-19 y las proyecciones
sugieren que el número podría duplicarse, para el 1 de enero, hizo que la falta
de seriedad fuera aún más sorprendente… y dolorosa. En pocas palabras, fue un
flaco favor a la democracia.]
Fallas
* Donald Trump:
Recuerda que el presidente necesita estos debates para cambiar la dinámica de
la carrera. Porque si no lo hace, es probable que pierda (y mucho) ante Joe
Biden. No vi absolutamente nada en unos tortuosos 90 minutos que cambie algo.
Sí, Trump dominó el debate, pero eso se debió a que intimidó, interrumpió y
engatusó tanto a Biden como al moderador Chris Wallace en todo momento. Seguro,
eso animará a sus más firmes seguidores. Pero ¿de verdad crees que necesitaban
una actuación de debate como esta para emocionarse y votar por él? Las
interrupciones hicieron que el debate fuera literalmente imposible de ver.
De hecho, me
encontré preguntándome repetidamente por qué alguien a quien, como yo, no se le
paga por ver el debate se quedó viéndolo durante más de los primeros 10
minutos. Trump hizo una serie de afirmaciones extravagantes: «Traje de vuelta
el fútbol» es mi favorita personal, sin mencionar las declaraciones falsas
sobre su propio historial y el de Biden. A propósito, malinterpretó la
referencia de Biden al servicio militar de su hijo Beau para poder girar y
atacar al otro hijo de Biden, Hunter. Rechazó la oportunidad directa de
condenar a los Proud Boys y otros grupos supremacistas blancos. («Aléjense y
esperen», dijo Trump a los Proud Boys, sea lo que sea que eso signifique). Fue
nefasto. Todo.
* Chris Wallace:
Mira, nadie, y quiero decir, ninguna persona que viva actualmente en la Tierra,
podría haber manejado este debate de manera efectiva. Trump es como un
martinete retórico: solo habla y habla y habla. No tiene ningún respeto por las
reglas. U otras personas. O cortesía. O responder preguntas. Entiendes la idea.
Dicho esto, Wallace simplemente no pudo sujetar a Trump (o Biden, para el caso)
en casi cualquier detalle sobre ellos mismos y sus políticas que no conocíamos
al entrar en este debate.
(Una excepción notable: Wallace
presionó repetidamente a Trump sobre si había pagado US$ 750 en impuestos
federales sobre la renta en 2016 y 2017, como informó The New York Times, lo
que obligó al presidente a decir finalmente que había pagado «millones de
dólares» en impuestos federales sobre la renta. Lo cual, bueno, hmmm.) Wallace,
de quien he dicho antes que es uno de los mejores entrevistadores en periodismo
político, perdió el control del debate en los primeros cinco minutos. Y nunca
estuvo cerca de recuperarlo. El resultado fue un festival de gritos entrecruzados,
que perjudicó a cualquiera que intentara presenciar esta debacle.
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