Yanessi Espinal  | El Caribe

El gobierno de Abinader asumió el
compromiso de entrar a la “red limpia” de EE.UU.

El presidente Luis Abinader
cumplió ayer los primeros cien días de gobierno en medio de un estado de
emergencia y en condiciones atípicas por la pandemia de la Covid-19.

El gobierno de Abinader ha
sobresalido por la gran apertura con los medios de comunicación, control de la
pandemia de la Covid-19 tanto en el número de contagios como en muertes, así
como diversas acciones para reactivar la economía, pero sin dudas, una de las
decisiones de gran trascendencia es el cambio que ha tenido en política
exterior frente a China y Estados Unidos.

El mandatario ha privilegiado las
relaciones con Estados Unidos y limitado las inversiones de China Popular en
áreas como telecomunicaciones, puertos y aeropuertos, según ha afirmado, por un
tema de seguridad nacional.

“Si ellos quieren inversiones en
áreas no estratégicas del país, pueden hacerlo, pero la decisión del Gobierno
dominicano es tener una alianza estratégica con los Estados Unidos. Las áreas
estratégicas están bien definidas, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones,
estas son áreas que van sobre seguridad del país, a esas me refiero sobre áreas
estratégicas para nuestro país”, dijo el mandatario el pasado 30 de octubre.

El 16 de ese mismo mes, el
gobernante junto al canciller, Roberto Álvarez, Abinader firmó un acuerdo con
el gobierno de los Estados Unidos que le permitirá tener acceso a unos dos mil
millones de dólares para financiamiento en las áreas de energía, turismo y
otros proyectos de infraestructura que fortalecerán las principales industrias
y otras áreas. El pasado 17 de este mes el gobierno apoyó la denominada “red
limpia” de inversión en telecomunicaciones que promueve el gobierno de los
Estados Unidos para “salvaguardar la seguridad nacional de ambos países”
excluyendo a suplidores de equipos y tecnología 5G que sean considerados de
“alto riesgo”. La República Dominicana es el primer país del Caribe y el
segundo en América Latina en unirse a la “red limpia”.

Contrario a lo que ocurre con los
Estados Unidos, el gobierno dominicano ha pospuesto en tres ocasiones la firma
de un acuerdo de cooperación económico y técnico con la República Popular China
y hasta ahora no se sabe cuándo se materializará. Las relaciones diplomáticas
con ese país se iniciaron en el 2018 y fue un paso que generó grandes expectativas
por las inversiones que traería al país.

A pesar del distanciamiento del
gobierno de China, el presidente Abinader ha afirmado que ese país puede invertir
en la República Dominicana con la excepción de las áreas que ha especificado.
El gobernante ha justificado su visión de relaciones “muy especiales” con
Estados Unidos en que ese país es nuestro principal socio comercial y que allí
viven más de dos millones de dominicanos.

Amante de los discursos

El debut de Luis Abinader como
presidente del país ha tenido la marca de los discursos. En los primeros tres
meses y diez días ha pronunciado cinco discursos, el propio de la juramentación
que fue breve; volvió hablar el 16 de septiembre al cumplir el primer mes de
gobierno para comunicar sus ejecutorias; repitió lo propio a los dos meses para
anunciar que donará su salario de cuatro años para causas sociales.

El nueva de octubre el gobernante
tuvo su discurso más contundente en lo que va de su gestión cuando tuvo que
comparecer para retirar los impuestos que se habían incluido en el presupuesto
del 2021. Al cumplir los tres meses, el gobernante hizo una nueva aparición en
cadena nacional en los medios de comunicación, pero esta vez no como un
discurso sino un programa interactivo.

Presión por empleos en el PRM

Al gobierno de Abinader ha tenido
que enfrentar presión interna por cargos y empleos en el gobierno de dirigentes
y militantes que se sienten excluidos. Otro impasse que enfrentó fue la
acusación que le hizo Eddy Olivares de interferir en los asuntos del Senado. La
declaración de Olivares fue a raíz de su disgusto porque no fue escogido
presidente de la Junta Central Electoral (JCE).

Una de las medidas que el
gobierno de Abinader ha tomado es la eliminación de instituciones como la
Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), el Consejo
Estatal del Azúcar (CEA) y el Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas
(Fonper) con la finalidad de ahorrar recursos y eficientizar el Estado.

Las promesas cumplidas sobre la
independencia

Desde su juramentación como jefe
del Estado hasta ahora, el presidente Abinader se ha empeñado en cumplir su
promesa de colocar personas independientes en los órganos extra poder como la
Junta Central Electoral (JCE), la Cámara de Cuentas y la Procuraduría General
de la República, en todos esos casos se ha cumplido la promesa de campaña. Esta
semana se iniciará el proceso de selección de los miembros de la Cámara de
Cuentas por lo que se espera no sean de los partidos.