Ritmo Social
Los rayos del sol, conjugados con el azul
turquesa de una de las islas más hermosas del Mediterráneo, mantienen una
lujuriosa y candente relación que impacta privilegiadamente al ambiente que los
rodea. Estrómboli es, sin lugar a dudas, una ínsula que desborda belleza por
doquier, enalteciendo el archipiélago Eolias de Sicilia en Italia.
Entre toda esa magia que impera en esa zona,
se encuentra enclavado un tesoro arquitectónico que se entrelaza
privilegiadamente con todo lo que lo bordea y es la exuberante villa de los
diseñadores de modas Domenico Dolce y Stefano Gabanna.
Casa de Dolce & Gabbana
Este chalé que se alza frente al mar,
ofreciendo una de las vistas más impresionantes que ojos humanos hayan podido
ver, se fusiona con tres vertientes comunes en el islote: los tonos blancos de
las viviendas, el marrón con referencias a las rocas volcánicas que lo bordean
y el verdor de la fascinante vegetación que la abraza y permite a las personas
estar en un contacto permanente con la Madre Naturaleza. Uno de sus atractivos
más icónicos y que tiene lugar en las noches de verano es la iluminación que
desprende del volcán, con su espectacular “Sciara”, un arroyo de fuego.
La mansión consta un poco más de 500 m2,
siendo 235 m2 de espacios interiores en los que se albergan siete suites de
colores distintos, nueve baños y una amplia área exterior, protegida por una
estructura de madera. Asimismo, posee un helipuerto cercano y una entrada
privada al mar, mientras que unos 300 m2 de jardines se integran armónicamente.
Los rincones de este palacete fueron decorados al estilo “horror vacui”, propio
de los estilistas, honrando las piezas que ellos mismos diseñan.
Las paredes están pintadas con un amarillo
casi dorado, muy característico de sus colecciones, combinándose con un
mobiliario antiguo de telas únicas y elementos decorativos típicos de la artesanía
local (desde mayólica coloreada a mano hasta cortinas de encaje), como también
suelen cautivar los imponentes azulejos de los suelos, en contraste con las
vigas de madera de los techos originales.
Cada una de las estancias es perfectamente
conocida por un sinnúmero de luminarias internacionales que eran convidadas
para la celebración de fastuosas ceremonias. Los más asiduos en visitarla eran
Naomi Campbell, Tom Cruise y Madonna.
Por la majestuosidad que ostenta esta villa,
se convirtió en un escenario de producciones cinematográficas, una de ellas fue
la película “Stromboli, tierra de Dios”, en 1949, dirigida por Roberto
Rossellini.
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