Puede
dejarte malhumorado y distraído al día siguiente, dificultando la
concentración. Pero la pérdida de sueño a largo plazo está relacionada con la
demencia, las enfermedades cardíacas, la diabetes y la obesidad.

También
puede agregar problemas con su sistema inmunológico, depresión y ansiedad, y
dolor continuo a esa lista. Los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño
por noche.

Los
niños y los adolescentes necesitan aún más. Hable con su médico si tiene problemas
para dormir lo suficiente. El tratamiento puede ayudar.

Puede
incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos, psicoterapia o una
combinación de los tres.