Manuel
Figueroa – manuel.figueroa@listindiario.com

Santo
Domingo, LD.- Hoy se cum­plen dos años del aconteci­miento po­lítico que
conmocionó el país y marcó el rompi­miento de un ciclo históri­co, en el que
tres grandes partidos controlaron alter­nativamente más de me­dio siglo la
presidencia de República Dominicana.

El 6
de octubre de 2019 el oficialista Partido de la Liberación Dominica­na (PLD),
que había go­bernado durante 20 años, se dividió en las prima­rias internas
para elegir su candidato presiden­cial, cuando su presidente Leonel Fernández
denun­ció un fraude en su con­tra, que atribuyó a su con­trincante Gonzalo Castillo
quien era impulsado por el presidente Danilo Medina.

El
cómputo final de las primarias abiertas celebra­das con el padrón de la Jun­ta
Central Electoral (JCE) fue de 911,324 votos pa­ra el empresario Castillo y
884,630 votos para Fernán­dez.

Fernández,
quien ha­bía gobernado el país en tres períodos (1996-2000, 2004-2008 y
2008-2012), anunció su renuncia irre­vocable del PLD afirman­do que el partido
fundado en 1973 por Juan Bosch se había convertido en una oli­garquía de hierro
que no re­presentaba a sus miembros y se comportaba de forma autoritaria. De inmediato
anunció la formación del nuevo partido Fuerza del Pueblo, abriendo paso al
tri­partidismo.

Esta
decisión parecía reeditar la renuncia del ex­presidente Bosch del Parti­do
Revolucionario Domini­cano (PRD), en 1973, para formar el PLD. Sus argu­mentos
se asemejaban a los de Fernández, quien desde 2015 mantenía una actitud crítica
a sus compañeros de la cúpula palaciega.

Fernández
se reveló cuando le impusieron la re­forma a la Constitución des­de 2010 para
posibilitar la reelección consecutiva del presidente Medina (2012-2016 y
2016-2020), que es­taba prohibida.

Fernández
radicalizó sus posiciones en 2019 en me­dio de un extendido ru­mor de otro
intento por re­formar la Carta Magna con los mismos fines. También se
violentaron acuerdos del Comité Político, incluyendo la alternabilidad en la
presi­dencia de la Cámara de Di­putados, cuando los danilistas reeligieron a
Radhamés Camacho por encima del leonelista Demóstenes Mar­tínez, a quien
correspondía.

Nuevo
tablero político

La
volcánica división del PLD provocó una recompo­sición de las fuerzas políti­cas
que se preparaban para las elecciones presidencia­les, legislativas y
munici­pales del año siguiente, be­neficiando con el triunfo al entonces
opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), cuyo candidato Luis Abinader
prometía un cam­bio a los dominicanos.

De
esta manera se que­bró la tradición de tres fuerzas hegemónicas, que imperó
desde 1963 al ga­nar por primera vez el PRD con Bosch como can­didato. Esa
organización volvió a triunfar en los pe­ríodos 1978-1982, 1982-1986 y
2000-2004. Tam­bién se alejó aún más un eventual regreso del Parti­do
Reformista Social Cris­tiano (PRSC), que con su líder Joaquín Balaguer go­bernó
durante 22 años no consecutivos (1966-1978, período de “Los 12 Años”), y 1986-1996.

Desde
2020 se inauguró la ascensión de un nuevo par­tido, el PRM, que había sido
fundado en 2014 tras la últi­ma gran división del PRD. La organización venía de
parti­cipar en sus primeras eleccio­nes en 2016, donde se posi­cionó en un
sólido segundo lugar al obtener 1,613,222 votos (34.98).

En
las elecciones del año pasado no solo triun­fó en las municipales, sino en las
legislativas y las pre­sidenciales con Abinader otra vez como candidato. Los
resultados en la prime­ra vuelta fueron 2,154,876 votos (52.52%), contra
1,537,041 votos (37.46%) de PLD y Gonzalo Castillo.

Vuelve
el tripartidismo

Este
fenómeno también rom­pe con el tradicional bipar­tidismo imperante, prime­ro de
1966 hasta 1986 entre el PRSC y el PRD y desde los procesos electorales del
2000-2012, con el PLD y el PRD. Los resultados de las elecciones de 2020 y los
procesos políticos desarro­llados desde entonces por el PRM, PLD y Fuerza del
Pue­blo reflejan que estamos en presencia de un tripartidis­mo, una modalidad
que se había presentado de mane­ra fugaz en el sistema elec­toral dominicano.

Fue
precisamente el PLD el catalizador del tri­partidismo en los procesos
electorales de 1986, terce­ra mayoría; 1990, segunda; 1994, tercera, y 1996,
pri­mera mayoría en segunda vuelta. En cada una compartiendo escenarios con el
PRSC y el PRD.

En
esta ocasión es el par­tido morado y de la estrella amarilla que ha abierto
es­te espacio, cuando su líder Danilo Medina está impedi­do de por vida de
postularse a la presidencia y vicepresi­dencia de la República.

Fuerza
del Pueblo y el li­derazgo del expresidente Fernández se convirtieron en la
tercera mayoría en los comicios de 2020 y proyec­tan reclutar en su padrón un
millón de seguidores al finalizar este mes.

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