EMILIO MÁSPERO- argentino, radicado en
Venezuela.

Emilio Máspero, murió el 31 de mayo del año
2000, RECORDAMOS los 22 años de su fallecimiento

Por José Gómez Cerda

Emilio Máspero, es un modelo de sindicalista,
ubicado dentro del cristianismo social, que se distinguió por su autenticidad
en el pensamiento y la acción, su estilo de conducir, excelente orador y buen
escritor.  Nació el 27 de noviembre de
1927, en Santa Fe, Argentina, hijo de inmigrantes italianos. Se formó en la
Juventud Obrera Cristiana (JOC), siendo en poco tiempo el Presidente nacional.
Modelo de sindicalista, el más completo dirigente sindical del siglo XX.

Desde su comienzo Emilio Máspero, tuvo una
amplia visión del sindicalismo; Comenzó siendo responsable del área del Caribe,
con sede en Caracas, Venezuela, hasta desempeñarse durante muchos años como el
Secretario general de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), y
vicepresidente de la Confederación Mundial del Trabajo (CMT).

Mis conversaciones con Emilio Máspero, fueron
permanentes, desde que nos conocimos, estando yo viviendo exiliado en Puerto
Rico, en 1961, hasta su fallecimiento el 31 de mayo del año 2000. Más de 40
años, siendo él mi maestro en la vida sindical, social, política y espiritual.

Nuestras conversaciones fueron más frecuentes
durante los años de 1977 y 1978, cuando siendo él secretario general de la
Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), con sede en Caracas, Venezuela,
y yo director del Instituto de Formación social del Caribe (INFOSCAR), con sede
en Willemstad, Curazao, y profesor de la Universidad de Trabajadores de América
Latina (UTAL). Por la cercanía entre Curazao y Venezuela.

Durante los años de 1992, en adelante, cuando
viví 12 años en Bélgica, y Emilio Máspero iba con mucha frecuencia a Europa,
además nos encontramos en congresos de la CLAT y la Confederación Mundial del
Trabajo (CMT), y de la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura, Alimentación
y Hotelería (FEMTAA), de la cual fui su Secretario general, desde 1995 al 2004.

Además, nos unió más, porque mi esposa,
Christine Piens, belga, fue durante algunos años su intérprete y traductora de
varios idiomas, en la sede de la CLAT y la UTAL, en Caracas, Venezuela.

Emilio Máspero tenía su propia personalidad,
y siempre fue provocador, tanto frente a los gobiernos, empresarios, organismos
internacionales… y dentro de la misma organización, con posiciones propias y
alternativas a los problemas.

En 1963 cuando ocurrió un golpe de Estado
contra el gobierno del Profesor Juan Bosch, en la República Dominicana. Máspero
orientó la CASC, rechazando ese golpe de estado, y en la toma de posición
contra el nuevo gobierno golpista.   En
marzo de 1964 la CLASC celebró un Consejo en Brasil, donde se reestructuró
internamente la dirección ejecutiva, pendiente de ser aprobada en el próximo
Congreso. Máspero pasó a ocupar la Secretaría General.

En 1965 sucedió otro acontecimiento político
y militar muy importante, que fue la intervención norteamericana a la República
Dominicana. La CASC, afiliada a la CLASC, rechazó el golpe y formó el “Comando
Armado Sindical Cristiano-CASC. Máspero orientó a la CASC, y estuvo en el país,
en la zona rebelde, todavía Santo Domingo estaba militarizado por 40.000
marines norteamericanos.

Del 20 al 24 de mayo de 1968 se realizó en
Santo Domingo, la I Conferencia Sindical sobre Integración y Desarrollo de
América Latina, organizada por la CLAT, previamente se había celebrado el XI
Consejo de la CLAT, y el 19 de mayo se hizo el ENCUENTRO DE TRABAJADORES DEL
MUNDO, con una participación más de 8.000 trabajadores. En esa ocasión
conversamos varias veces.

En estas actividades participaron delegados
de casi todos los países de América Latina, y delegados de Canadá, Estados
Unidos, África y Europa; Los discursos centrales de las tres actividades fueron
pronunciados por Emilio Máspero, en la plenitud de sus energías, capacidad y
dinamismo.

El carisma de Máspero dependía de un estilo
de orador, franco, claro, con lucidez, con buena entonación, ideas claras,
mensajes profundos, excelente dicción, propuestas a los problemas y mensaje de
esperanza para el futuro de los trabajadores, que era capaz de entusiasmar,
emocionar. Siempre dejaba a los oyentes una reflexión. Emilio hablaba con el
corazón, y estaba convencido de lo que decía, por lo tanto, convencía al
auditorio.

Como ideólogo Emilio tenía un pensamiento
claro, era un intelectual, un filósofo con principios humanistas cristianos,
que siempre expuso la doctrina social cristiana, adaptada a los trabajadores,
al sindicalismo.

En una conversación Emilio Máspero, me dijo;
“La Doctrina Social Cristiana en sus contenidos más profundos, es la antítesis
de las manipulaciones perversas del neoliberalismo y ratifica que en definitiva
son las grandes ideas, los grandes principios y valores lo que seguirán
determinando las acciones y los cambios más profundos en los hombres y en la
sociedad.”

El Papa Juan Pablo II otorgó a Máspero el
título de Caballero Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, en
reconocimiento a su inmensa labor sindical. 
Máspero dirigió el último Congreso de la CLAT, el XI, realizado, en
México, del 9 al 14 de noviembre de 1998, “Comunidad Latinoamericana de
Naciones”, o “La CLAT hacia el Siglo XXI”.

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