GUSTAVO BAZZAN
Los mercados
(resumidos en la palabra dólar) parecieron calmarse ayer. ¿Será así? El viernes
pasado el escenario era de puro nerviosismo e incertidumbre. De ese día a ayer
ocurrió que, contra casi todos los pronósticos, Javier Milei quedó segundo,
detrás de Sergio Massa, y por ende, las chances de avanzar con su incierto
programa de dolarización quedaron un poco rezagadas. Pero la verdad es que la
economía argentina está lejos de ofrecer tranquilidad a los argentinos. Más
bien, todo lo contrario.
Faltan 26 días para
el balotaje del 19 de noviembre y, desde ese domingo, otras tres semanas más
hasta que el futuro presidente inicie su mandato.
Massa apostó a los
planes platita desde el lunes siguiente a las PASO y le fue bien. Este lunes
empezó a hablar de alcanzar el superávit fiscal en 2024. Una tarea desafiante,
dado que no tuvo empacho en agrandar el agujero fiscal para capturar los votos que
finalmente consiguió. No habría que descartar un nuevo “Plan
platita”.
La cuestión dólar es,
casi, un partido que se juega todos los días. No es que los mercados voten de
lunes a viernes, pero se parece bastante. Massa lo sabe e intentará hacer más
de lo que hizo hasta ahora para que no se mueva demasiado.
Pero hay un detalle.
Mucha gente podría pensar que un dólar tranquilo es una oportunidad para
dolarizar sus pesos. Después de todo, quien vio el dólar a $ 1.100 el viernes,
o $ 1.200 durante el fin de semana en el mercado cripto puede pensar que un
dólar abajo de $ 1.000 está barato.
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