Aires de Libertad
Óleo sobre tablero de 40 x
40
Queridos amigos del Arte: De
nuevo con ustedes y siguiendo con mis primeros cuadros al óleo sobre tablero,
subo el número dos y compañero del anterior. Sin duda que casi todos conocemos
esta preciosa playa y la historia de su emblemático castillo, pero yo tuve el
privilegio de dibujarla en un cuartilla uno de los días que la contemplé desde
la orilla… Cuando decidí copiar y pasar a la acción sobre el tablero, no era
tan sencillo e intenté hacerlo lo mejor posible, sobre todo aplicándome de
lleno en las transparencias del agua sobre la arena. Como el anterior, hoy le
veo algunas cosas que cambiaría, sin embargo, me siento satisfecha de lo creado
después de tantos años y sin experiencia alguna del tema.
El Castillo Palacio de
Peñíscola (Castellón, Comunidad Valenciana, España), también llamado Castillo
del Papa Luna, está emplazado en la zona más elevada del peñón que domina la
ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar. Su perímetro es
de unos 230 m y tiene una altura media de 20 m. Los Templarios construyeron
esta obra románica sobre restos de la antigua alcazaba árabe entre 1294 y 1307.
Pedro Martínez de Luna y
Pérez de Gotor que fue nombrado Papa por la obediencia de Aviñón con el nombre
de Benedicto XIII de Aviñón, el llamado Papa Luna, convirtió el castillo en su
sede pontificia en el largo litigio sobre su legitimidad. La tenaz lucha que
mantuvo el Papa Luna contra sus enemigos sirvió para que surgiera la frase
popular de “mantenerse en sus trece” en referencia a la negativa de
Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa.
Historia
El Papa Luna, Benedicto XIII
de Aviñón, una de las figuras hispánicas más universalmente conocida y a la vez
controvertida, se trasladó en 1411 a Peñíscola convirtiendo su castillo en
palacio y biblioteca pontificia. Destaca en todo el conjunto la sobriedad y
solidez de su construcción, tanto en las estancias templarias como en las
estratégicas e intrincadas dependencias pontificias que realizaría más tarde
Benedicto XIII. Uno de los mayores intereses arquitectónicos del castillo se
encuentra en la solución abovedada del Cuerpo de Guardia y en la austeridad y
severa proporción de la Basílica de los Templarios.
Utilizada por Benedicto XIII
y Clemente VIII como Basílica Pontificia, a las características constructivas
del resto de estancias une el presbiterio formando ábside semicircular cubierto
con una media cúpula de cascarón encumbrada sobre un arco toral y un pequeño
ventanal situado en el centro del ábside que ilumina tensionalmente el espacio.
En esta Basílica reposaron durante algún tiempo los restos del Pontífice:)
En este castillo se
conservan todavía remembranzas evocadoras de la presencia del Papa Luna y de su
sucesor Clemente VIII, el también aragonés Gil Sánchez Muñoz, segundo Papa de
Peñíscola. La Basílica papal de Benedicto XIII, austera nave de planta rectangular
con bóveda de cañón algo apuntada y casquete esférico sobre el ábside; el salón
del trono donde recibía embajadas y recepciones; el salón del cónclave; el
estudio con ventanas al mar; las habitaciones pontificias, etc. Todo ello,
utilizado por los dos papas de Peñíscola, había servido con anterioridad a los
Caballeros Templarios y a los Montesianos que tuvieron aquí la sede y sostén de
su encomienda.
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