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Más
facultades a las FF.AA. y la Policía, así como la construcción de megacárceles,
están dentro de su denominado ‘Plan Fénix’, que se despliega en medio de un
estado de excepción.

En un
intento por emular el estilo de Nayib Bukele en El Salvador, el presidente de
Ecuador, Daniel Noboa, lleva a cabo una cruzada contra la inseguridad que azota
al país suramericano. No obstante, su jugada ha sido respondida en las últimas
horas por una brutal violencia, que ha sumergido al país suramericano en una
ola de terror.

La
estrategia de seguridad de Noboa ha sido denominada ‘Plan Fénix’, aunque no se
dieron a conocer muchos detalles al respecto. No obstante, las autoridades han
aclarado durante las más recientes jornadas, que muchas de sus acciones están
enmarcadas en esta política.

Noboa
señaló que lo primero que hicieron fue cambiar a los funcionarios que se
encargarían de ejecutar el plan, como la cúpula de las Fuerzas Armadas (FF.AA.)
y parte de la Policía.

También,
se pusieron en marcha controles con un bautizado “Bloque de
Seguridad”, que involucra a las FF.AA. y a la Policía Nacional y que,
según dijo la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, “es parte
esencial” del plan.

Asimismo,
señaló Noboa, el ‘Plan Fénix’ también contempla un intercambio de chatarra por
nuevo armamento con EE.UU. en el primer trimestre de 2024. Del mismo modo, se
anunció la construcción de dos megacárceles en Ecuador en menos de un año, al
mismo estilo que las levantadas por la administración de Bukele en suelo
salvadoreño.

“Son
cárceles que van a estar listas en 10 a 11 meses, van a ser igualitas, porque
es la misma compañía, bajo el mismo diseño, que hizo las cárceles de máxima
seguridad en México y que las hizo en El Salvador. Entonces, para todos los
‘bukelelovers’, es una cárcel igualita”, dijo al respecto.

Se
espera que esta semana se ponga la “primera piedra” para la
construcción del primero de estos recintos, que se erigirá en la provincia de
Pastaza, en la Amazonía ecuatoriana; la otra estará en la parroquia rural Julio
Moreno, en Santa Elena, en la región Costa.

El
mandatario también ha dejado clara la necesidad de invertir al menos 70
millones de dólares al año para que “funcione correctamente” el
Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la
Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el organismo encargado de las
prisiones en Ecuador.