El fin
de semana ha sido un goteo incesante de famosos y personalidades que culminó
ayer con una cena de gala.

POR
VANITY FAIR

El Gran
Premio de la Fórmula 1 de Mónaco es uno de los que más expectación generan. Al
exclusivo destino junto su famoso circuito que atraviesa la ciudad lo
convierten en una cita imprescindible para los amantes de la velocidad y de los
acontecimientos diferentes. Por eso congrega a un buen número de celebridades
que aprovechan la cita deportiva para disfrutar de la ciudad. Como perfectos
anfitriones está la familia real de Mónaco que acude prácticamente al completo
tanto el sábado como el domingo. Ayer, en el día de la final, pudimos comprobar
la gran sintonía que existe entre todos ellos. El príncipe Alberto y Charlène
de Mónaco acudieron junto a su hijo, el príncipe Jacques.

Charlène
llevó un elegante mono en azul oscuro, un diseño de Louis Vuitton cuya parte de
arriba simula una americana cruzada. Lo combinó con unos zapatos negros
destalonados y unos pendientes dorados con forma de estrella, todo de la misma
marca.

Charlotte
Casiraghi estrenó un conjunto de Chanel de la colección primavera-verano 2024
compuesto por una falda corta y una camiseta de encaje. Completó su estilismo
con unos zapatos mule, el mítico bolso guateado de la firma y unos brazaletes
dorados. Los labios pintados de color rojo terminaban de darle el toque
sofisticado a su look.

Su
cuñada Beatrice Borromeo optó por el estampado siempre elegante de pata de
gallo que decoraba un vestido ajustado con una falda con vuelo cortada por
encima de la rodilla. Un diseño de Dior, al igual que el resto de los
complementos: unas bailarinas decoradas con una perla y el bolso Dior
Signature.

La
princesa Alexandra de Hannover y Tatiana Santo Domingo fueron las encargadas de
poner la nota de color con un vestido rojo de tirantes espagueti, en el caso de
la primera, y uno de cuello de pico en verde con adornos dorados y de Muzungu
Sisters, en el caso de la segunda.

Todos
ellos disfrutaron de la carrera y celebraron la victoria de Charles Leclerc. El
español Carlos Sainz también se subió al podio protagonizando el tradicional
baño de champán de los campeones.

Ya por
la noche, el príncipe Alberto y Charlène de Mónaco se vistieron de gala para
ejercer como anfitriones en el banquete ofrecido al ganador del Gran Premio.
Charlène volvió a apostar por Louis Vuitton, en esta ocasión con un
espectacular vestido en color rojo, que dejaba los hombros al descubierto y que
se combinaba con una parte de lentejuelas plateadas. El príncipe se vestía a
juego con su mujer llevando la pajarita del mismo color que su vestido.

Entre el
público del Gran Premio de Mónaco destacaron otro nombres como el de la actriz
Anya Taylor-Joy, quien hace solo unos días estaba en Hollywood acompañando a
Chris Hemsworth en el Paseo de la Fama; al diseñador Tommy Hilfiger, el
futbolista Kylian Mbappé, la modelo Izabel Goulart o el actor Michael Douglas.

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