Gabriel Moyssen         El
Universal
    Al Despertar

A México se le complicó y enredó el caso de las detenciones en Estados
Unidos de Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán y de Ismael El Mayo
Zambada, pues no hay certeza de cómo ocurrió “la entrega” del jueves,
existen contradicciones, regateo de información de EU y versiones
inverosímiles, indican expertos en seguridad e internacionalistas.

El presidente López Obrador y Rosa Icela Rodríguez, secretaria de
Seguridad y Protección Ciudadana, admitieron que “falta mucha”
información de Washington, reconocieron que no hay datos “confiables”
y que “necesitamos saber todo”. Rodríguez expuso que, el sábado, el
Departamento de Justicia de EU informó con detalles diferentes a los del
viernes, un día después de los hechos; entre ellos, la identidad del piloto,
lugar y horario del despegue del avión -e incluso su matrícula- que trasladó a
los delincuentes. El viernes también se afirmó que el piloto fue Larry Curtis
Parker, pero ayer López Obrador dijo que no hay información confiable del
despegue ni de la identidad del tripulante.

Además, se afirmó que la FGR abrió una investigación en Sonora. La
periodista Peniley Ramírez reveló que habló con Parker, quien se dijo un
empresario de Nuevo México que viaja mucho a Sonora porque su pasión es la
cacería; mencionó que la noche del jueves vio fotos de otro avión, pero con la
matrícula del suyo.

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