Argentina.- No es novedad, pero en cada viaje se profundiza: Javier
Milei se siente mucho más cómodo en el exterior que en su propio país. De gira
por Estados Unidos, ayer se paseó como un rockstar en Nueva York. Temprano
estuvo en Wall Street y tocó la campana en la apertura de la Bolsa. El último
presidente argentino que lo había hecho fue Néstor Kirchner en 2006. Entonces
estuvo acompañado por su mujer Cristina Kirchner, por entonces senadora, y
Alberto Fernández, su jefe de Gabinete.

Al hotel donde se aloja Milei y su comitiva llegó el empresario Elon
Musk, a esta altura el mejor amigo americano de nuestro primer mandatario. Hubo
foto posada, intercambio de elogios y promesa de futuras inversiones. El plato
fuerte de la gira será hoy a la tarde, cuando el Presidente se presente por
primera vez ante la Asamblea de la ONU.

Mientras tanto, en Argentina, a Milei todo parece costarle más. Aún está
pagando el costo del veto a la ley que mejoraba las jubilaciones (y el asado
con los “héroes”) y busca compensarlo con la confrontación con los gremios
aeronáuticos y el deseo de privatizar Aerolíneas.

Pero así como afuera brilla, adentro su estrella parece estar
opacándose. Cinco encuestas recientes, de diferente perfil y trayectoria,
muestran caídas en la imagen del Presidente, en la aprobación de la gestión, en
las expectativas económicas y en la mirada sobre el rumbo del país. Para tener
en cuenta.

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