El actor británico tiene actualmente
tres películas –Nosferatu, The Order y Jurado N.º 2– que muestran su
versatilidad, así como su habilidad para trabajar con todo tipo de directores.
Por
Rebecca Ford Vanity Fair
celebrar este año, ése es Nicholas Hoult. El actor ha vivido uno de sus mejores
años tras protagonizar tres grandes películas estrenadas este invierno:
Nosferatu, de Robert Eggers, Jurado Nº2, de Clint Eastwood y The Order, de
Justin Kurzel –estrenada en EE.UU. y pendiente de llegar a nuestros cines–.
“En cierto modo tiene sentido que
salieran todas a la vez, porque la sensación es como de un capítulo de la vida
en el que se mezcla todo un poco borroso”, nos cuenta Hoult, que rodó las
tres consecutivamente en 2023 .
Pero los papeles tampoco podrían ser
más diferentes. Tras irrumpir a los 11 años en Un niño grande, Hoult ha
demostrado ser un actor ágil capaz de protagonizar encantadoras y divertidas
obras de época como la serie de Hulu The Great y la película La favorita;
películas de género como la comedia romántica de zombis Warm Bodies y la
comedia de vampiros Renfield; y películas de superhéroes como las de X-Men,
junto con proyectos más dramáticos como las tres películas de este año.
En Nosferatu, que llegó a los cines el
día de Navidad, Hoult interpreta a un hombre recién casado cuya esposa
(Lily-Rose Depp) tiene una oscura conexión con un monstruo que está
encaprichado de ella. Hoult intenta mantener a su nueva familia intentando vender
una finca a un misterioso personaje, sólo para verse arrastrado a una situación
oscura y aterradora. En The Order, que se estrenó el 6 de diciembre en Estados
Unidos, Hoult interpreta al líder de un grupo supremacista blanco en la vida
real, Bob Mathews, que está siendo perseguido por el FBI. Y por último, en
Jurado Nº2, interpreta a un alcohólico en recuperación que se encuentra en un
jurado y pronto se da cuenta de que en realidad podría haber sido él quien
causó la muerte en el centro del juicio.
Hoult, que próximamente interpretará a
Lex Luthor en Superman, de James Gunn, nos habla sobre las marcadas diferencias
entre los tres directores de esas películas, lo que más le gusta del terror y
si dejase que sus propios hijos siguieran sus pasos como niños actores.
Vanity Fair: ¿Tuvo tiempo entre el
rodaje de estos tres proyectos?
Nicholas Hoult: No, fueron muy
seguidos. Rodamos Nosferatu en Praga a principios del año pasado, y luego volé
un sábado de vuelta a casa, y el lunes tenía que volar a Calgary, y empezamos a
rodar The Order el miércoles. Tuve un día de ensayos, preparación y pruebas, y
luego empecé a rodar casi inmediatamente. Terminé y volví a Los Ángeles para
una prueba de pantalla de Superman ese fin de semana y luego volé a Savannah.
El lunes, preparé y ensayé e hice pruebas, y luego empezamos a rodar Jurado Nº2
el miércoles.
¿Le resultó difícil pasar de un
personaje a otro?
Lo más difícil fue trabajar con tres
directores diferentes, porque cada uno tiene un enfoque distinto. Y,
obviamente, los personajes son muy diferentes, así que se solapaban un poco: Al
final del rodaje de Nosferatu, preparaba The Order y empezaba a leer sobre el
personaje y a prepararme mentalmente para él. Podía estar en mi tráiler
almorzando sobre Nosferatu, pero podía estar trabajando en el acento de Bob
Mathews y enviando a Justin Kurzel notas de voz de él hablando.
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