Enerolisa Cabral Tavera    CDN

En un nuevo caso que genera alarma, el
programa de investigación Reporte Especial con Julissa Céspedes reveló que la
coronela médica de la Fuerza Aérea, Margarita Beltrán Zabala, intenta
apropiarse de más de un millón de metros cuadrados de terrenos privados en el
antiguo proyecto Boca Chica Country Club, mediante un contrato que, según los
denunciantes, carece de legalidad.

El abogado William Cunillera,
representante legal de los propietarios legítimos, denunció que Beltrán Zabala
entró al terreno hace aproximadamente tres años, acompañada de su esposo. Este
último se hace pasar por periodista, y procedió a limpiar el área como si fuera
suya.

Indica que a pesar de las advertencias,
la coronela declaró ser propietaria del lugar presentando un documento de
compraventa que ha sido calificado por los abogados como “un contrato
inventado”.

Según el testimonio legal, la militar
continúa intentando ocupar más porciones de terreno. Para ello se hace
acompañar de civiles armados, en lo que ha sido descrito como un juego de
desgaste contra los dueños reales.

Los abogados afirman que estas acciones
están respaldadas por una red de falsificación de documentos, sobornos a
funcionarios judiciales. Y una presunta mafia de ventas de terrenos que
involucra a militares, abogados, sindicalistas y autoridades locales.

“Le enseñan al comprador un título de
otra persona, lo llevan a un notario, hacen un contrato informal y le sacan
dinero”, relata William Cunillera.

El jurista Juan Thomas Vargas precisa
que en algunos casos se ha identificado usurpación de identidad, donde
contratos se firman en nombre de personas fallecidas o desconocedoras de la
operación.

El Ministerio Público, según los
denunciantes, actúa con lentitud. Y en ocasiones tratan estos casos como
simples disputas entre privados. Esa negligencia permite que las ocupaciones
persistan por años.

Aunque las estructuras construidas en el
área están vacías y carecen de servicios básicos, los propietarios denuncian un
acoso constante. Las casuchas son derribadas, pero luego reconstruidas por
nuevos ocupantes. Muchos de esos ciudadanos nacionales haitianos contratados
para labores de limpieza y ocupación visual del terreno.

Mafia amparada en impunidad

Según la denuncia, estas prácticas son
comunes en Boca Chica, donde existe una red dedicada a ocupar terrenos
estratégicos. “Buscan protección en figuras con poder”, señala un abogado,
“para evitar desalojos y generar temor”.

Marco legal

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