José Gómez Cerda
Los escritores son personas normales,
que tienen una inteligencia especializada en la lingüística y la escritura, que
implica la sensibilidad al significado de las palabras, su orden, el sonido, el
ritmo, las inflexiones y la métrica
Las personas que destacan en esta área
son capaces de hablar y escribir de manera muy eficaz. Los perfiles
profesionales de estas personas suelen ser líderes políticos, oradores,
docentes, poetas, profesores, escritores o periodistas.
Las funciones de la inteligencia son
dos: Especulativa y Práctica.
LA INTELIGENCIA ESPECULATIVA tiene
como fin el conocer, poseer el objeto conocido, es una contemplación, una
verdad que se mide, hallando su propia personalidad.
LA INTELIGENCIA PRÁCTICA, es para
dirigir, orientar y ordenar, regula la producción de una obra, la rectitud de
una acción adopta una actitud normativa. Su finalidad es la realización.
Las funciones de la inteligencia son
diferentes, esencialmente por su fin.
Según George Orwell, el signo de la
inteligencia consiste en la capacidad de alumbrar al mismo tiempo, en una
coexistencia inestable, dos ideas contradictorias.
Guy de Maupassant; dijo; La meta del
escritor serio no es contarnos una historia, no conmovernos y divertirnos, sino
hacernos pensar y llevarnos a entender el sentido oculto y profundo de los
hechos.
La inteligencia del escritor en la
creación de su trama residirá, entonces, no en el uso de lo sentimental o lo
encantador, en un inicio fascinante o una catástrofe emotiva, sino en la
combinación ingeniosa de pequeños detalles constantes de los que el lector
habrá de comprender un sentido definitivo en la obra.
Consejos a los jóvenes escritores;
Abandona la idea de que vayas a
terminar alguna vez.
Olvídate de las páginas que compondrán
tu obra y concéntrate en escribir sólo una página cada día. Eso ayuda. Además,
te llevarás una grata sorpresa cuando hayas terminado con todo el trabajo.
Escribe con total libertad, tan rápido
como te sea posible y concentrándote sólo en volcarlo todo sobre el papel.
Nunca corrijas ni escribas hasta que no esté finalizado el primer borrador.
Reescribir antes de eso suele ser una
excusa para no continuar escribiendo. También interfiere con el ritmo y el
flujo de escritura, que sólo puede conservarse manteniendo una relación
inconsciente con el material que estamos escribiendo.
Olvídate del público en general. Para
empezar, ese público sin nombre ni rostro te llenará de miedos. Y, para seguir,
igual que sucede con el teatro, es un público que no existe. Al escribir, tu
público se verá reducido a un solo lector.
A veces ayuda elegir a una persona, ya
sea alguien real a quien conoces o alguien nacido de tu imaginación, como
lector ideal y escribir pensando en él.
Si no te ves capaz de escribir un
pasaje o una escena, y aun así la quieres en tu obra, suéltala y sigue
escribiendo.
No cojas demasiado aprecio a ninguna
de las escenas, si es una novela. Puede que tengas que deshacerte de ella una
vez terminado ese primer borrador.
https://ift.tt/Je7RZQt
+ There are no comments
Add yours