Ángela Peña Calles y avenidas El País HOY
vías
Después de haber reconocido sus
méritos designando calles con sus nombres, organismos del Estado con esa
función han ido eliminándolos para sustituirlos por otras figuras que, aunque
igualmente dignas, deberían ser reconocidas con vías aún sin rotular que
abundan en Santo Domingo.
A muchas de esas personalidades
borradas les adornaron sus avenidas con placas y tarjas y sus deudos asistieron
agradecidos a ceremonias de inauguración en las que se destacaron ejemplares
biografías. Así ocurrió con Pedro Troncoso Sánchez, historiador, abogado,
filósofo, catedrático universitario, el más fervoroso Duartiano, cuyos libros e
investigaciones sobre el patricio han permitido la difusión y el conocimiento
de la vida del Padre de la Patria.
Quitaron su identidad de la calle
bautizada en su memoria en los años 90. Otro honorable dominicano ocupa ese
lugar en el ensanche Quisqueya.
Lo mismo sucedió con Abigail Delmonte,
en La Castellana. Fue brillante jurista, participante en una trama contra el
régimen de Trujillo por lo cual sufrió prisión. Le asignaron la vía a finales
de los 60 pero recientemente se la adjudicaron a una luchadora mujer, acreedora
del homenaje, y Delmonte desapareció del mapa.
En los últimos meses se ha estado
proponiendo rendir tributo al general Antonio Imbert Barrera, uno de los
participantes en el ajusticiamiento de Trujillo, el 30 de mayo de 1961. El
homenaje es merecido, al margen de cuestionamientos por actuaciones posteriores
al hecho. El “Héroe Nacional” y “General Vitalicio” es digno de admiración por
su arrojo. Propinó el tiro de gracia al dictador que sometió al país durante 31
años. Pero la vía escogida para recordarlo, ya tiene nombre: Sarasota.
Inclusive, en el Senado de la
República reposa un proyecto de ley que designa con su nombre el tramo entre
las “Amada Nivar de Pittaluga” y “Jimenes Moya”, moción presentada por el
fallecido senador Amable Aristy Castro.
La Sarasota fue denominada por
resolución del Ayuntamiento, el 28 de agosto de 1963, en el gobierno de Juan
Bosch, fruto de un intercambio dentro del programa “Ciudades Hermanas”. El país
ha recibido de Sarasota apoyo económico, educativo, social, cultural. Familias
sarasotanas acogieron estudiantes dominicanos y desde allí llegaban ayudas para
bomberos y hospitales, no solo en equipos y financiera sino a través del
servicio de médicos de aquella localidad.
Una calle de Sarasota se llama “Santo
Domingo” y también tienen una “Plazoleta Duarte”. Existe un libro dedicado al
acuerdo y las visitas mutuas.
Era conocida como “Bella Vista”, se le
dio apertura en 1955 para facilitar el acceso al hotel El Embajador. Hasta ahí
llegaba.
En dos ocasiones se ha propuesto
cambiarle el nombre, una para designarla Juan Bosch y otra para ponerle
Francisco Alberto Caamaño.
Igual que el de Imbert Barrera es el
caso de Rafael Corporán de los Santos, locutor, empresario de la comunicación,
productor de televisión que sobresalió por sus obras sociales en favor de los
pobres. Quieren que se denomine con su nombre la calle Charles Sumner, donde
funcionó Radio Popular, de su propiedad.
Pero sería ingrato borrar al
influyente senador estadounidense. Fue homenajeado con esa arteria por su
posición contra la anexión del país a Estados Unidos en 1870, como proponía
Buenaventura Báez. Se opuso al proyecto desde el senado norteamericano. Gracias
a su resistencia, el tratado fue rechazado.
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