Pobladores de la provincia Espaillat, se enfrentaron el martes a fiscales y policías que realizaban un operativo para decomisar medicamentos adulterados.
Al menos 12 niños de una escuela resultaron afectados por los gases lacrimógenos lanzados por la policía contra decenas de manifestantes.
Las autoridades montaron el martes el operativo en el que se detectó 250 negocios dedicados a la venta irregular de medicamentos en la ciudad de Moca, 145 kilómetros al norte de la capital.
Las acciones fueron repelidas por dueños y empleados de las farmacias y laboratorios intervenidos, produciéndose forcejeos que llevaron a los policías a lanzar bombas lacrimógenas.
Los incidentes aumentaron cuando decenas de pobladores se sumaron a las protestas en contra de las autoridades.
Sectores de Moca defienden la venta de los medicamentos bajo el argumento de que benefician a los más pobres.
Decenas de ciudadanos acuden a Moca a comprar las medicinas, en una práctica que se da desde hace décadas sin mayores dificultades, según los lugareños.
Los operativos se realizaron ante las denuncias de que en el país crece el negocio de los fármacos adulterados, a los que se atribuye la muerte de dos personas en lo que va del 2009.
Los fiscales y policías fueron enfrentados con piedras y otros objetos.
Los niños afectados estaban en sus aulas y varios de ellos fueron llevados a un hospital porque se desmayaron.
“Estábamos en plenas clases cuando empezó la tiradera de las bombas lacrimógenas y casi ocurre una tragedia mayor”, dijo Sor Mery Rodríguez, religiosa directora del Colegio María Auxiliadora.
La policía informó que detuvo a varias personas y que someterá a la justicia a los responsables de falsificar medicinas.

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