Juan María Ramírez            Periódico Hoy

La queja es generalizada entre
los damnificados de Ribera del Ozama, en Santo Domingo Este, Los Coordinadores
y Las Cucarachas, en Santo Domingo Norte, por la falta de auxilio de las
autoridades, a pesar de que han perdido viviendas, ajuares, prendas de vestir y
otros.

Francisco Reyes, coordinador del
Bloque de Organizaciones Comunitarias y Ambiental Ozama e Isabela (BLOCOSAI)
informó que hacen un levantamiento sobre las familias que llevan 18 años en las
casitas a orilla del río, llevados a ese lugar de manea provisional por la
Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET).

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Están de acuerdo con que una vez
las aguas vuelvan a su nivel quienes ocupen los apartamentos retornen a las
casitas, hasta tanto la CAASD termine los apartamentos, listos en más de un
95%.

Reyes informó que las
inundaciones que sufrieron las familias que habitan la primera planta de los
viejos apartamentos en la Zurza se debió a la sustitución de una tubería amplia
por otra de menos pulgadas que hizo la CAASD cuando construyó la estructura de
la Planta de Tratamiento.

Brigadas del Área 4 de Salud,
encabezada por la licenciada Santa Ravelo y las doctoras Margarita Moreno y
Andreina Rodríguez, encabezan brigadas en los albergues de damnificados en la
Zurza, El Túnel de Capotillo y Pituca Flores, en Las Cañitas, Distrito
Nacional.

Ribera
Ozama

Cientos de casas siguen bajo las
aguas del Ozama en Ribera del Ozama y La Lila, en la margen oriental, Santo
Domingo Este, sin que hasta ayer recibieran auxilio de las autoridades locales
y nacionales.

Andrés Ruiz, presidente de la
junta de vecinos Ribera del Ozama, dijo que más de 400 familias siguen
arrimadas en casas de vecinos o familiares más arriba, debido a que sus techos
tienen el río dentro y será muy poco los que puedan recuperar. Precisa que
esperan que las laguas bajen para entonces comenzar a sacar lodo de las casas,
tarea muy difícil y peligrosa, porque es ahí cuando llega la contaminación.

Ruiz, tienen un taller de
reparaciones de lavadoras, televisores, abanicos y neveras, pero las
inundaciones dañó el único sustento de su familia.