Organizado en los salones
del Hotel Shangri-La de París, el Baile de Debutantes ha recuperado su leyenda,
sus vestidos largos y sus esmoquines tras la pandemia.

POR VANITY FAIR

Este fin de semana ha vuelto
el Baile de Debutantes. Organizado por última vez antes de la pandemia, en
2019, edición a la que acudieron las hijas gemelas de Julio Iglesias, este
evento único se desarrolló bajo los ornamentos dorados del Shangri-La, el
palacio parisino donde residió el príncipe Roland Bonaparte a finales del siglo
XIX.

Lanzado en los años
cincuenta con una primera edición franco-americana, el Baile de Debutantes
reúne a jóvenes de origen aristocrático en una velada de vestidos largos y
trajes de etiqueta. Con los años, el Baile de Debutantes se ha abierto a otros
horizontes. China, Italia, Estados Unidos, el mundo empresarial, el cine….
Así, en esta 2022 edición, hemos podido ver a Leah Isadora Behn, hija de Marta
Luisa de Noruega y el fallecido Ari Behn, sexta en el orden de sucesión al
trono de Noruega; a Harper Peck, nieto de Gregory Peck; Annabel Zimmer, hija
del famoso compositor de cine; la campeona de esquí de estilo libre Eileen Gu;
la nieta del famoso James Bond, Natasha Connery; a Eleanor Ford Uzielli,
descendiente de Henry Ford; o a Ignacio de Borbón, pariente lejano del rey
Felipe VI.

Organizada en colaboración
con la joyería Muse y presentada por Stéphane Bern, la velada fue por una buena
causa, ya que los fondos recaudados se donarán a la Association pour la
Recherche en Cardiologie du Fœtus à l’Adulte de l’hôpital Necker-Enfants
malades, y a la World Central Kitchen, la ONG capitaneada por José Andrés que
proporciona comidas a las víctimas de desastres naturales.

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